Ubicado en el Valle de Guadalupe, Velento es un hotel que evoca la esencia de los antiguos silos, estructuras que a lo largo del tiempo han servido como refugios de algo valioso. En Velento, ese algo valioso es el tiempo. En este refugio arquitectónico, se invita a los visitantes a detenerse, apropiarse del tiempo y encontrar calma, conectando con lo que hay dentro de ellos mismos.

El diseño del hotel se inspira en la forma y la función de los silos, reinterpretándolos como espacios de retiro y reflexión. El programa arquitectónico de Velento consta de 17 habitaciones, cada una diseñada para ofrecer privacidad y serenidad. Los materiales utilizados en el proyecto se seleccionaron cuidadosamente de la región, promoviendo así un diseño sostenible y en armonía con el entorno. En una región como el Valle de Guadalupe, donde el agua es un recurso escaso, se han implementado técnicas de construcción sustentable para minimizar el impacto ambiental y optimizar el uso de los recursos naturales.

El hotel ofrece una experiencia integral con un restaurante al aire libre, donde los huéspedes pueden disfrutar de la gastronomía local bajo el cielo abierto. Una piscina circular que está diseñada para el descanso, proporcionando un espacio donde relajarse y refrescarse. El área holística y el gimnasio están pensados para el bienestar físico y mental de los visitantes, ofreciendo actividades que promueven la salud y el equilibrio.

Además, Velento cuenta con una vinícola y su propia cava, permitiendo a los huéspedes conocer de cerca el proceso de elaboración del vino, una experiencia fundamental en
el Valle de Guadalupe.

En Velento, cada detalle ha sido considerado para crear un refugio donde el tiempo se vuelve valioso, y donde la tranquilidad y la introspección son el mayor lujo. Aquí, los huéspedes pueden encontrar un espacio que les permite desconectarse del ritmo frenético de la vida cotidiana y reconectar con lo que realmente importa.